¿Tienes dolores que vienen y van, sin lesión aparente, pero no terminan de mejorar? ¿Las pruebas médicas son normales, pero te sigues encontrando mal? ¿Sientes inestabilidad?
Es posible que se trate de un síndrome de deficiencia postural. Si es así, ¡estás en buenas manos!: es posible valorarlo y mejorar la estabilidad del sistema postural.
El control postural es más complejo de lo que podría parecer:
la capacidad de mantener y regular nuestra posición en el espacio para estar estables, orientarnos, movernos de forma eficiente y adaptarnos a diferentes situaciones es el resultado de un proceso de dinámico de coordinación de diferentes sistemas sensoriales, del sistema nervioso central y el sistema motor.


Nuestra capacidad de permanecer y desplazarnos en posición erguida es, desde el punto de vista biomecánico, el resultado de dos fuerzas alineadas, iguales, pero de sentidos opuestos. El equilibrio entre estas dos fuerzas no se logra prácticamente nunca, ni siquiera cuando estamos “en reposo”. Esto es así porque se ve constantemente comprometido por estímulos provenientes del ambiente que nos rodea y también de nuestro propio organismo. Nuestro cuerpo se encuentra en un proceso permanente de estabilización mediante sucesivos ajustes de la posición.
Valoración postural
La valoración postural se basa en la exploración funcional del control postural, es decir, el estudiamos la capacidad y la eficiencia de la forma en que la persona adquiere, mantiene o recupera su equilibrio estático y dinámico.


¿En qué consiste?
La valoración postural incluye la observación de la marcha, la posición de pie y una batería de pruebas y maniobras funcionales de todo el cuerpo, con la persona de pie y tumbada en la camilla.
Se recomienda acudir con ropa cómoda.
La duración es de aproximadamente 75 minutos.
Como resultado de la valoración es posible identificar déficits en la capacidad de regulación de su sistema postural y seleccionar medidas terapéuticas que recuperen o mejoren esa capacidad.
Las observaciones de la valoración postural permiten:
- Detectar si existe una alteración postural funcional
- Elegir la medida terapéutica más apropiada
- Determinar si están indicadas las plantillas neurosensoriales


¿Cuándo conviene hacer una valoración postural?
Diversas situaciones pueden comprometer nuestra capacidad de estabilización y hacer que se pierda la regulación de la actividad tónica muscular y falte un buen control de las oscilaciones posturales naturales. Los siguientes trastornos pueden ser una de las consecuencias de esta alteración:
- Trastornos musculoesqueléticos
- Dolores en extremidades inferiores
- Lumbalgias
- Cefaleas
- Trastornos vestibulares
- Inestabilidad
- Dispropiocepción
- Trastornos del aprendizaje
Plantillas neurosensoriales
El pie humano es una estructura compleja, un maravilloso puzzle de numerosos huesos y múltiples articulaciones que nos brinda las funciones específicas de los humanos: locomoción bípeda, soporte y estabilidad postural.
El pie parece ser mucho más que uno de los eslabones de la cadena postural. Su particular papel proviene del hecho de que, al estar en contacto con el suelo, ejerce un doble papel: el de efector y el de sensor.
Las plantillas neurosensoriales o posturales se caracterizan por ser finas e incluir microrrelieves situados con precisión que normalmente no superan los 3mm. Estos elementos tienen el objetivo de actuar localmente sobre las zonas nociceptivas del pie y de reequilibrar la línea de gravedad corporal.

Diferencias con otras plantillas
Las plantillas biomecánicas imponen una posición determinada al pie mediante relieves prominentes que impiden o limitan en lo posible su desviación de la posición elegida.
Por su parte, las plantillas neurosensoriales o posturales actúan sin restringir la adaptabilidad de tu pie ni del resto del aparato locomotor. Su acción se basa en la regulación de sistema tónico postural mediante su estimulación o inhibición a través de los microrrelieves que contactan con diversas estructuras de tu pie en lugar de colocarlo pasivamente en una posición determinada.
Los estudios comparativos sobre la eficacia de las plantillas en función del grosor de sus relieves (Lepork, 2000; Rouchon y Janin, 2003; Rousselet et al., 2003; Janin, 2007) demuestran una mayor eficacia general de las plantillas finas, con microrrelieves situados con precisión (Le Norman y Fourage, 2003).
Revisiones
Nuestro cuerpo se encuentra en un proceso permanente de estabilización mediante sucesivos ajustes de la posición.
El efecto de las plantillas neurosensoriales se revisa mediante sucesivas valoraciones posturales para estudiar tu evolución y, si es preciso, modificar los elementos para que se adapten a las nuevas necesidades de tu sistema postural. Generalmente, la frecuencia de las revisiones es la siguiente:
1ª revisión: 2 meses
2ª revisión: 6 meses
3ª revisión: anual
